
Es que hay varios factores que le están metiendo una presión extra a la divisa extranjera que van desde informes que provienen del extranjero como el J.P Morgan que evaluó que es momento de dar por finalizada las posiciones de "carry trade" tan fomentadas en los últimos meses, hasta una menor liquidación por la cosecha y los ruidos electorales de cara a las elecciones de medio término en octubre.
CARRY TRADE:

Consiste en invertir en instrumentos en pesos, mientras los dólares están calmos. La gama de oferta va desde un plazo fijo, hasta las Letras del Tesoro o bonos que ajustan por inflación. Luego, cuando el inversor considera que es momento de cerrar la posición, se dolariza y asegura la ganancia en moneda dura.
En resumen se trata de una manera de inducir a la colocación en pesos a tasas elevadas, asegurando un tipo de cambio para más adelante.