Personal pertenecientes a 25 cuarteles se despliegan sobre una superficie en la que el perímetro de fuego alcanza unos 25 kilómetros de extensión, sin riesgo para viviendas.
Trabajan con el apoyo de tres aviones hidrantes (dos de Nación y el restante de la Provincia), que despegan de la pista de Deán Funes.
El fuerte viento y la sequía reinante en la zona complican el combate de las llamas.