“Un ACV ocurre cuando se obstruye una arteria cerebral con la consecuente falta de irrigación del cerebro o por la ruptura de una de esas arterias y sangrado cerebral. Sin oxígeno ni sangre las neuronas mueren. En el primer caso estamos hablando de un ACV isquémico, mientras que el segundo trata de uno hemorrágico”
Dependiendo de la zona afectada y de la rapidez con la que se instaura tratamiento, los sobrevivientes a un ACV pueden tener alteraciones en la movilidad, el lenguaje, la visión o el pensamiento. El ACV es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo, y registra un gran impacto tanto en pacientes como en familiares y en los sistemas de salud.
Afecta aproximadamente a 15 millones de personas anualmente en todo el mundo, mientras que 2 de cada 100 personas en la Argentina son sobrevivientes de un ACV.