Sin dudas, las 37 mil hectáreas del Parque Nacional Quebrada del Condorito se convierten en un espacio natural privilegiado para realizar avistaje de aves, aunque ganan terreno otros animales exclusivos de la zona, como el lagarto de Achala, una raza característica de zorro colorado, y el guanaco.
La postal se completa con pastizales de altura mezclados con bosquecillos aislados de tabaquillo y, en las zonas más bajas, se abren camino los matorrales de romerillo y hasta árboles como el molle y el coco.
Sobran las razones para explicar por qué, hace más de 20 años, la Quebrada del Condorito se convirtió en parque nacional, un tesoro en plena Pampa de Achala.